jueves, 15 de noviembre de 2012

Bucear en Komodo. Un privilegio

Bucear en Komodo es un privilegio, ya que por su ubicación geográfica nos vamos a encontrar con multitud de especies acuáticas. Aquí confluyen el océano Índico y Pacífico, en lo denominado triángulo de coral, y aportan al mar de Flores muchos nutrientes. Las corrientes son muy fuertes en general y comprende multitud de sitios para bucear. 
Con razón dicen que no es buen lugar para iniciados, y yo me atrevería a decir, que tampoco es lugar para confiados.
Esta es la crónica del viaje de Julia y mío, y perdonar que no nombre a todos los animales avistados, pero ni me se los nombres de la mayoría, ni intención de aburrir a nadie.


Nos embarcamos en el Lanunia. Empieza el viaje.



09/11/12

Tras llegar al aeropuerto de Bali, devolver el pequeño coche y coger el avión a Komodo a las 8:30 de la mañana, llegamos a Labuan Bajo.  El aeropuerto es ridículamente pequeño y hace muchísimo calor. Supuestamente el divemaster venía en el mismo avión, pero no estaba, y no ha venido nadie a recogernos para llevarnos al barco. Empezamos mal...
Decidimos quedarnos un rato y tomar algo de beber, por si se han retrasado pero por allí no aparece nadie. Debe ser el carácter indonesio. Tras esperar algo más de una hora cogemos un taxi al pueblo por 50.000 rupias. No tengo ganas de regatear por 60 céntimos de euro. Una vez allí nos ponemos a preguntar en todos los centros de buceo por nuestro divemaster, ya que es la única información que tenemos. Así funcionan las cosas por aquí. El pueblo es pequeño y consta de una calle principal. No corre nada de aire y con las mochilas y todo la sudada es de récord. Tras muchos intentos acabamos preguntando en uno de los centros de buceo que sí conocen al divemaster. Resulta que perdió el vuelo por un atasco en Bali (son brutales) y viene en el siguiente, por lo que llaman al barco para que venga al puerto una lancha y nos recoja. 
El barco precioso. Típico velero indonesio, con su capitán, seis de tripulación, cocinero y una chica para la limpieza. Todo esto para nosotros solos en un barco de algo más de 20 metros de eslora y seis camarotes con aire acondicionado. 









A las pocas horas llegó Alex, el divemaster y partimos del puerto. Realizamos una inmersión a la tarde, y que puedo decir, esto es maravilloso. La vida que se encuentra aquí es impresionante. Al tratarse de la unión de dos océanos hay muchas corrientes y los animales son enormes. 


10/11/12

Tras un cafe tempranero y unas galletitas por eso de tener algo en el estómago, nos embutimos en los trajes de neopreno y nos vamos en la lancha a realizar la primera inmersión del día. Son las 8 de la manana, y el agua a unos 29 grados es una delicia. Arrecifes y corales multicolores de intensas tonalidades  albergan mucha más vida que en Bali. Un tiburón de puntas blancas despistado, se nos acerca hasta casi un metro para darse la vuelta y desaparecer. Todo lo que nos costaba ver en Bali aparece aquí en numerosos ejemplares. Los bancos de túnidos y otros peces nos envuelven en increíbles formas, brillos y colores. Esta fauna nos acompañará diariamente durante nuestras inmersiones. Nos sentimos muy afortunados de poder vivirlo. 
Tras la inmersión regresamos al barco donde nos aguarda un buen desayuno, para recobrar fuerzas para la siguiente. El barco está anclado en una tranquila bahía, y podemos discernir multitud de islas a nuestro alrededor. Un paisaje fascinante. A las 11 estamos otra vez en el agua disfrutando esta vez de un par de tortugas ascendiendo a la superficie para respirar. Vemos por primera vez un Napoleón. 
Tras volver al barco y comer, reposamos un rato, ya que queda la tercera inmersión del día, y estamos seguros que va a merecer la pena. 


Se trata de Castle Rock, una picada rápida de 20 metros con fuertes corrientes para aferrarse a un pináculo submarino. No nos encontramos mucha corriente, pero si gran cantidad de tiburones de puntas blancas, peces sweet libs y loros jorobados. La mejor del día sin duda, y decidimos repetirla por la mañana. 
De vuelta en el barco, merienda ligera, un par de cervezas y a cenar que hay que madrugar!!


11/11/12

El día empieza como el anterior, con un cafetito y unas galletitas para dirigirnos enseguida a Castle Rock.


 Las expectativas son altas. Un cuarto de hora antes de las ocho ya estamos en el agua, descendiendo al pináculo, compensando cada segundo y sobre lastrados para bajar más deprisa. Una vez abajo nos encontramos menos actividad que la tarde anterior, y un poco decepcionante. Que se le va a hacer, por lo menos no ha habido mucha corriente. 
Regresamos al barco a desayunar y nos dirigimos después a otra mítica de Komodo. The Caldron. Es uno de las decenas de pasos entre las islas, donde las corrientes cogen mucha fuerza. Es como un embudo. Al bajar notamos enseguida la fuerza de la corriente, que juega contigo como si fueses una alga. Luchas por aferrarte a alguna piedra para ver algo de vida, pero finalmente te dejas llevar a la deriva subiendo y bajando conforme la orografía cambia. Los ordenadores de buceo pitan y parpadean por los cambios bruscos de profundidad, alertando de la situación, pero finalmente se acaba la montaña rusa en una meseta arenosa. 
Julia comenta que se agobio un poco, pero realizó la inmersión con pericia y más control que yo si acaso. 
En el barco comemos y descansamos un poco para dirigirnos al Golden Passage. 
Se trata de otra inmersión técnica, muy parecida a la anterior, con fuertes corrientes por la proximidad de dos islas. Intentamos entrar buceando a la deriva, pero no fue posible, así que acabamos afrontando la corriente en dirección opuesta y acabar en deriva. Divertido pero muy cansado, y la fauna la habitual. 
Cenamos y pasamos la noche al cobijo de una bahía. El mar como un plato. 


12/11/12

Amanece un nuevo día y nos ponemos con la rutina habitual. Cafetito y galletas. En esta inmersión no nos acompaña Julia, ya que le duele el oído derecho y no se le pasa. Así que Alex y yo nos preparamos y salimos a Batu Bolong. Esta inmersión me gustó mucho por la cantidad de peces que vimos, todos de gran tamaño, y una gran tortuga que nos encontramos y que pude grabar de cerca con la GoPro. En definitiva, más tiburones puntas blancas, peces escorpión, peces león, morenas, napoleones, sweet lips, loros jorobados, atunes, peces globo, rayas, peces payaso, peces luna...etc. 
Volvemos a desayunar y preparamos la siguiente, que es Tatawa Kecil. 
Julia no se viene tampoco a esta por dolor en el oído, así que nos vamos otra vez Alex y yo. Descendemos hasta los 28 metros por el arrecife disfrutando del precioso paisaje cuando nos vemos sorprendidos por una fortísima corriente. Es difícil de imaginar, pero el avance solo era posible escalando por la pared. Las gafas se movían, y si mirabas para atrás notabas como se separaban de tu cara. Estábamos sorprendidos por tan maña fuerza, cuando un banco de túnidos, empezó a nadar contra corriente a escasos centímetros de nosotros. Veía sus ojillos curiosos moviéndose observándome. Un pez luna que se dejaba llevar levemente chocó contra mi máscara y siguió su camino. La corriente cambiaba de dirección llegando incluso a voltearme estando agarrado con ambas manos a una roca. Tras pasar un rato buscando una salida, Alex la encontró y bordeando un pináculo encontramos la calma. No pudimos menos que chocar las manos al salir y jartarnos de reír comentando las anécdotas. Sin duda alguna Crazy!! como dice él. 
Una vez comido y puesto al día de las incidencias a Julia nos dirigimos a kareng Makassar, famoso por ser un punto de avistamiento de Mantas Gigantes. Julia se va a animar por lo espectacular que es el animal, y porque la inmersión no es profunda. 
Según nos acercamos al punto, vemos al menos tres Mantas chapoteando en la superficie. Nos ponemos todo el equipo y nos tiramos al agua. La visibilidad no es muy buena, y veo una muy difuminada. Hay mucha corriente, por lo que subimos al bote y nos acercamos de nuevo al punto. Nos volvemos a tirar, y esta vez descendemos hasta los 9 metros de profundidad que se encuentra el fondo. No hay prácticamente nada para agarrarse así que derivamos con la ilusión de ver alguna. Tras un largo rato y varios kilómetros aparecen las Mantas. Espectaculares "volando" lentamente contracorriente, con sus inmensas bocas abiertas filtrando todos los nutrientes. Un momento mágico con estos animales de cinco metros de longitud.
Julia no puede bajar por el oído hasta los 14 metros para agarrarse por lo que es arrastrada por la corriente. En este punto finalizamos la inmersión. Volveré para verlas otra vez seguro. 


13/11/12

Otro madrugón al canto!! Cafetito, galletitas y al agua!! 
Bonita inmersión para empezar el día. Pináculos muy altos repletos de coral blando. Mires a donde mires encuentras vida, grande y pequeña. Nos encontramos con una tortuga comiendo lo que comen las tortugas que nos mira y no nos hace ni caso. Pasamos justo detrás de ella, la tocamos el caparazón y sigue a su rollo. Debe de estar muy bueno lo que está comiendo. Son inmersiones largas de algo más de una hora, pero parecen de 10 minutos. 
Tras desayunar y reposar una horita nos volvemos a meter en el agua por última vez en este viaje. 
Vamos a un fondo arenoso aparentemente con poca vida, pero nada más acercarte se ve todo lo contrario. Crustáceos de muchos colores, gambas boxeadoras, nudibranquios de colores imposibles. En cada palmo encontrabas algo con lo que entretenerte. Un paraíso para la fotografía macro. 
La sorpresa nos la darían un grupo de Mantas Diablo, que aunque más pequeñas que las gigantes, volaron cerca de nosotros. 
Que más se podía pedir para finalizar en Indonesia....


Afortunadamente también hay grabaciones subacuáticas con la GoPro. En cuanto termine de editar pondré el video. 

2 comentarios:

  1. Buenos días Fernando. Queremos ir a bucear a Komodo y nos interesaría contactar con un velero tipo el Lalunia. ¿Me podrías facilitar algún dato de contacto? Muchas gracias.
    Núria

    ResponderEliminar
  2. Hola Nuria.

    Si vais a ir a Bucear a Komodo no os vais a arrepentir. Aunque el buceo sea un poco técnico por las grandes corrientes que existen entre las islas, es muy gratificante y espectacular. Como consejo, llevaros aletas que proporcionen gran impulso y potencia para que podáis disfrutar más de las inmersiones con menos esfuerzo. Aunque hay material en las embarcaciones de Lifeaboard, no suelen ser las más apropiadas.
    Alex Balize fue nuestro guía. Te recomiendo que te pongas en contacto con él, y que te de información de primera mano, de donde se encuentra él a día de hoy, y para que os facilite más información. Chapurrea y escribe bastante bien el castellano.
    Este es su email:alexisdiver@hotmail.com
    Si también habéis pensado en bucear en Bali, te recomiendo http://www.benthosbuceobali.es/ empresa de Antonio y Vanessa a los que conocimos en El Hierro y nos ofrecieron unas inmersiones fantásticas.
    Un saludo
    Fernando

    ResponderEliminar